
Tras anuncios de miedo por parte del Gobierno de Milei, la marcha de los jubilados fue multitudinaria
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El miércoles 19 de marzo a primera hora de la mañana , las estaciones de trenes comunicaban a través de sus parlantes , el siguiente anuncio:
Protestar no es violencia. La Policía va a reprimir todo atentado contra la República.
Usuarios de distintas líneas de la red de trenes difundieron imágenes del cartel replicado en estaciones, como Once y Constitución. Además, reportaron que el mensaje también fue enviado a través del sistema de altoparlantes de la empresa estatal Trenes Argentinos en estaciones intermedias y en los vagones.
Esta no es la primera vez que los servicios de información de las líneas de tren son empleados para difundir advertencias. En octubre pasado, durante un paro de Transporte convocado por gremios del sector, el Gobierno puso el siguiente mensaje en las pantallas de las estaciones: "Los sindicalistas no te dejan trabajar. Por medida (SIC) de fuerza de los gremialistas Moyano y Biró para cuidar sus privilegios, este miércoles no habrá servicio de transporte".
El Gobierno intentó de todas las maneras posibles evitar la masiva manifestación en apoyo a los jubilados. No lo logró. A pesar de las amenazas de "represión" por altoparlantes en las estaciones de trenes, las requisas en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y el exagerado despliegue policial en el Congreso, miles de personas se movilizaron pacíficamente en contra del modelo de ajuste de Javier Milei. Tras la salvaje cacería de la semana pasada, en la calle se sintió una tensión permanente durante toda la jornada. Las mismas personas que marcharon se ocuparon de cuidarse de las provocaciones de las fuerzas de Seguridad e, incluso, identificaron algunos infiltrados y los echaron de las columnas. "Bullrich eligió mal al enemigo porque nosotros no tenemos nada que perder.
La protesta de jubilados se desarrolló bajo un fuerte operativo de seguridad que impidió la llegada de los manifestantes más allá de la Plaza del Congreso, sin incidentes graves salvo escaramuzas aisladas con la Policía y entre los propios manifestantes que identificaban “infiltrados” o algún “provocador” en la concurrencia. En un discurso que los representantes de organizaciones convocantes dieron en la plaza, se reivindicó la movilización callejera, se reclamó a la CGT un paro general y se solicitó la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, blanco principal de las críticas y los cánticos en la manifestación.