
Esta tarde el Senado de la Nación dará el primer paso para definir lo que puede llegar a suceder con la modificación de la Ley de Alquileres. A las 15 comenzará a sesionar el plenario de comisiones de Legislación General y Presupuesto y Hacienda en el Salón Arturo Illia para definir los dictámenes que se espera en una semana vayan al recinto.
En principio, el oficialismo tenía la intención de modificar el texto para que los ajustes sean, por lo menos, semestrales, y que solo puedan fijarse en base a la evolución de los salarios, que suele ser menor al promedio de inflación, entre otros cambios, aunque existían diferencias dentro del propio Frente de Todos y la postura de algunos aliados.
Por otra parte, en Juntos por el Cambio hay un consenso bastante amplio de que la modificación de la Ley de Alquileres no mejorará sustancialmente la situación de los inquilinos. Los valores seguirán siendo altos porque la inflación -que hoy marcaría un nuevo récord en tres décadas- es elevadísima. A lo sumo, podría hacer aparecer algo más de oferta, que hoy es casi nula.
Pero, sobre todo, en la coalición opositora creen que, sin mayorías para derogar la ley, el debate inconcluso de la reforma no hace otra cosa que paralizar aún más el mercado inmobiliario, donde no se sabe si las reglas cambiarán finalmente o no. Con el argumento de evitar mayores dilaciones, JxC emitiría un dictamen, en minoría, sin cambios sobre el proyecto que llegó de Diputados.
Introducir cambios al texto y aprobarlo eventualmente en el recinto del Senado, implicaría regresar el proyecto de nuevo a la Cámara de Diputados, que tendrá que volver a tratarlo en una sesión: como el oficialismo no conseguiría una mayoría de dos tercios en la Cámara Alta, la Cámara Baja solo necesitaría mayoría simple para ratificar el texto original.